Es clave en el desarrollo saludable de una organización, en su crecimiento y por ende, en su caída.

Esta cultura, se basa en los valores y las creencias que gobiernan la institución. Esta es la que dicta, no solamente la manera de actuar, sino también cómo vestirse, cómo hablar y cómo realizar las tareas del trabajo. Chris Dyer nos dice: “Es como las personas hacen negocio, cómo los empleados actúan cuando nadie los está viendo, cómo se realizan las decisiones y cómo actúan con otros empleados.”

Hay varios tipos de cultura organizacional como ser: cultura de jerarquía, cultura de mercado y cultura de clan.Si el ambiente de trabajo es demasiado competitivo, las personas tendrán miedo que alguien los supere y su posición laboral se ponga en peligro. Por el contrario, si el ambiente es innovador y donde se pueden cometer errores, la libertad podrá proveer un ambiente donde las personas se sentirán seguras de poder dar lo mejor y poner sus ideas en la mesa, sin que sean juzgados o bien se pongan en línea de juicio sus posiciones.

En muchas empresas, la Cultura Organizacional es similar a una gran familia donde cada persona tiene un rol y muchas cosas en común. En aquellas empresas familiares, el líder a veces se ve como la figura paternal o bien el mentor. Hoy en día, tenemos personas que aseveran que el cliente es lo primordial en una empresa, mientras que otros afirman que es el empleado, ya que sin ellos no hay negocio y sin clientes no hay capital. Así que, esta es una discusión que puede alargarse y es posible que se dé un empate, ya que uno no puede vivir sin el otro, así como no hay matrimonio sin esposo y esposa.

En la Cultura Organizacional los valores son muy importantes porque reflejan la institución.  Si el ambiente es defraudar y mentir, tarde o temprano, aquellos buenos empleados que no aceptan esta moral terminarán abandonando sus trabajos y por lo tanto, lo que el negocio va a mantener, son personas que están dispuestas a hacer este tipo de acciones que más tarde, podrán terminar en grandes problemas legales.

Cuando las buenas personas comienzan a abandonar un negocio, es probable que sea por diferencias de liderazgo y por problemas culturales.

Ahora mismo, podemos ver el caso de Facebook y su líder Mark Zuckerberg, quien se ha visto en una serie de controversias, como el problema de Cambridge Analytics, las elecciones presidenciales y comprometer miles de cuentas de acceso. Los fundadores de Whatsapp que vendieron su producto a Mark por 19 billones lo han abandonado, tanto Koum and Acton han decidido perder dinero en acciones que continuar con Facebook. Esto envía un mensaje muy fuerte a cualquier empresa; un empleado prefiere perder dinero que continuar en una organización. De la misma manera los co-fundadores de Instagram, una de las plataformas más populares hoy en día, Kevin Systrom y Mike Krieger, han decidido partir e iniciar nuevos proyectos. Esto es preocupante para cualquier nuevo inversionista de Facebook ya que, son personas con un alto nivel innovador, pero sobre todo sus plataformas fueron fundadas con ciertos valores y cultura, que ahora han sido absorbidos por la de Facebook y su líder Mark Z.

Esto es notable también en las iglesias; tal como el líder así son los seguidores. Me parece interesante que cuando asisto una iglesia no tengo que ver al Pastor para determinar cómo estará vestido sino solamente debo observar su congregación. Si el Pastor es de corbata y traje, la mayoría de miembros vestirán de esta manera. Si por el contrario, el Pastor se viste como Mark Zuckerberg, la mayoría de los miembros lo van a imitar. Es tan fuerte el impacto, que muchas personas tienden a orar tal como ora su líder. Si éste, reprende hasta el agua que se toma, sus seguidores harán lo mismo. Así como, los discípulos cuando caminaban con Jesús. Cuando él resucitó, los judios sabian que ellos habían andado con Jesús por la manera en que actuaban.

Esto mismo me recuerda la famosa palabra que últimamente ha invadido las oraciones: “Yo declaro”. En algunas iglesias, hay más declaraciones que peticiones al Señor. Ya no es “Vénganos tu Reino”, sino “Declaro que venga tu Reino”. Esto es algo que fácilmente Jesús pudo haber hecho, pero su oración al Padre no tenía ninguna connotación personal sino que fue una plegaria de petición.

Es increíble la fuerza de la Cultura dentro de una organización, por eso, constantemente se debe visitar y revisar el enfoque cultural que se está desarrollando. Por ejemplo, si el líder no tolera el chisme no hay manera que crezca dentro de la organización, pero si él, se pone a escuchar comentarios, todo el personal va a chismear a las espaldas.

Ahora mismo con el avance global y personas trabajando desde distintos países, establecer una cultura se hace un poco más difícil, ya que no se pueden ver los rostros todos los días o la manera de vestir y los gestos, entre otras cosas. Por ésta razón, se deben utilizar otro tipo de sistemas y aplicaciones de manera que el grupo pueda mantenerse unido, creciendo con los mismos valores establecidos por el negocio. La claridad para los trabajadores remotos es muy importante, especialmente las expectativas. En mi caso, el buscar experiencias que todo el equipo pueda realizar es fundamental; como orar todos juntos aunque sean en conexiones de Skype o Hangouts o por conferencia telefónica. Lo importante es enfocarse como grupo. Las reuniones de Staff deben ser amenas y no solamente de trabajo.

La comunicación es clave en la Cultura Organizacional.

Volviendo al ejemplo del matrimonio, si a veces para dos personas, ponerse de acuerdo es complicado, que sucede cuando tenemos 5, 10 o 20 empleados enfocados en distintas tareas para lograr metas. La dinámica debe cambiar y por eso el uso de buenos sistemas es indispensable para el desarrollo organizacional. Es importante que los empleados se comuniquen no solamente para asuntos laborales sino también en pequeñas cuestiones personales. Conversaciones que se dan espontáneamente, mientras se va a tomar un café, donde se pregunta, cómo estuvo tu fin de semana, cómo está tu familia, son estos 5 a 6 minutos, que ayudan a conocer mejor a la persona con que trabajamos.

Como lo expone el libro de Chris Dyer, una buena cultura organizacional puede mejorar la productividad, el rendimiento y los beneficios. Lo mejor de todo, es que cuando hacemos la cosas bien, no solamente nos sentimos que hemos contribuido, sino que el esfuerzo de nuestro trabajo se valora aparte de la recompensa que es nuestro salario, y sobre todo el ese sentir que se está haciendo la diferencia en este mundo. Eso es muy importante, ya que el ser humano ha sido creado con un propósito tal como lo asevera la Biblia según el libro de Efesios: “Hemos sido creados para buenas obras preparadas de antemano”.

Así que, contribuye a que tu Organización desarrolle una buena cultura con sus clientes y empleados.

 

Dr. Roberto Sánchez, presidente de la Universidad Cristiana Logos.

1 Comment

  • verdaderamente el hermano tiene la razon y el enfoque que le demos depende de nosotros. Pero un punto importante es que deberia de existir la humildad, la concordancia y sobre todo el amor a lo que realmente se hace. Pero la humildad de aceptar los errores que se cometen en determinado momento es importante.

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