El éxito cristiano se mide tanto por la calidad de nuestra relación con Dios, cómo por la forma en que manejamos las áreas prácticas de nuestra vida. Las finanzas y el liderazgo son dos áreas clave que a menudo determinan nuestro bienestar y nuestro impacto en el mundo. Si bien es esencial que como cristianos busquemos crecer espiritualmente, la capacitación en áreas como la administración financiera y el liderazgo es igualmente crucial para vivir conforme al propósito de Dios. Estos dos aspectos no solo impactan nuestra vida personal, sino que también pueden influir en la forma en que administramos los recursos de Dios y guiamos a otros.
1. La importancia de capacitarse en finanzas
La Biblia nos enseña que Dios es el dueño de todo lo que existe, incluyendo nuestras finanzas. Como cristianos, somos mayordomos de los recursos que Él nos ha confiado, y es nuestra responsabilidad administrarlos sabiamente. La capacitación en finanzas no es solo una cuestión de aprender a ganar dinero, sino de aprender a manejarlo conforme a los principios de Dios.
“A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos. Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos, generosos; atesorando para sí buen fundamento para lo por venir, que echen mano de la vida eterna.” (1 Timoteo 6:17-19, RV1960). Este versículo nos recuerda que el dinero, en sí mismo, no es malo, sino el amor al dinero. La clave está en cómo lo usamos. Si deseamos tener éxito en nuestras finanzas, debemos dejarnos guiar por el E, Santo y también aunado a ello conviene capacitarnos para administrar de manera correcta y fiel los recursos que Dios nos ha dado.
Uno de los principios fundamentales para administrar bien las finanzas es el de la mayordomía. Jesús enseñó acerca de este principio en la parábola de los talentos. En Mateo 25:14-30, encontramos a un señor que confía a sus siervos talentos (una unidad monetaria) antes de irse de viaje. A cada uno les da según su capacidad, y espera que lo administren bien en su ausencia. Al regresar, el señor premia a los siervos que fueron fieles en la administración de lo que les fue confiado. “Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor” (Mateo 25:23, RV1960). Esta parábola nos enseña que nuestra fidelidad en lo que Dios nos ha dado, incluso en las pequeñas cosas, tiene un impacto en lo que Él nos confiará en el futuro.
2. El principio bíblico de la sabiduría financiera
Proverbios está lleno de consejos prácticos sobre cómo manejar nuestras finanzas. La sabiduría es uno de los principales pilares para una buena administración. “La sabiduría es la principal cosa; adquiere sabiduría, y con todos tus bienes adquiere inteligencia” (Proverbios 4:7, RV1960). La sabiduría financiera nos ayuda a tomar decisiones acertadas y a evitar caer en trampas como el endeudamiento excesivo o el gasto imprudente. Entender el valor de la sabiduría que la Biblia ofrece nos capacita para tomar decisiones que no solo nos benefician, sino que también nos permiten ser un canal de bendición para otros.
Dios nos llama a ser generosos con lo que tenemos, y aprender a dar de manera sabia es parte fundamental de la mayordomía financiera. Jesús enseña: “Da al que te pida, y al que tome lo que es tuyo, no se lo reclames” (Lucas 6:30, RV1960). La generosidad no solo impacta la vida de los demás, sino que también transforma nuestro corazón, librándonos de la avaricia y de la preocupación excesiva por lo material. La verdadera capacitación financiera incluye aprender a vivir según los principios de Dios, administrando nuestros recursos con sabiduría y propósito.
3. El liderazgo cristiano como un llamado a influir positivamente
El liderazgo es otro aspecto fundamental para el éxito cristiano. La Biblia nos enseña que todos estamos llamados a liderar en alguna medida, ya sea en la iglesia, en nuestra familia o en el lugar de trabajo. El liderazgo cristiano no se basa en el poder o el control, sino en el servicio y la humildad. Jesús, el mayor líder de todos, nos dio el ejemplo de cómo debemos liderar, sirviendo a los demás. “El que quiera ser el primero entre vosotros, será vuestro siervo” (Mateo 20:27, RV1960).
El liderazgo efectivo no solo se trata de tomar decisiones, sino de influir en otros de manera que los motive a seguir el ejemplo de Cristo. En Filipenses 2:3-4 se nos llama a no hacer nada por egoísmo, sino a considerar a los demás como superiores a nosotros mismos, buscando el bienestar de los demás. “Nada hagáis por contienda o por vanagloria, antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros” (Filipenses 2:3-4, RV1960). Este es el fundamento de un liderazgo que busca construir el Reino de Dios en la tierra.
4. Capacitación en liderazgo: ¿Por qué es esencial?
El liderazgo cristiano se fundamenta en una relación personal con Cristo, pero también se beneficia enormemente de las habilidades prácticas que se adquieren a través del aprendizaje. Aunque la capacitación no es un requisito de Dios para liderar, es una herramienta valiosa que nos ayuda a ser más efectivos en nuestra misión. Jesús mismo entrenó a sus discípulos, enseñándoles cómo vivir en comunidad, cómo servir a otros y cómo influir de manera positiva en la sociedad. Su ejemplo nos inspira a crecer y desarrollarnos continuamente como líderes cristianos.
“El siervo fiel en lo poco, es también fiel en lo mucho” (Lucas 16:10, RV1960). Esta enseñanza subraya que cada oportunidad para servir también es una oportunidad para fortalecer nuestras habilidades y fidelidad en el liderazgo, alineándonos con los principios del Reino de Dios. La capacitación en liderazgo no solo amplía nuestra capacidad para servir con excelencia, sino que también nos permite guiar a otros de manera efectiva hacia una vida más cercana a la voluntad de Dios. Aunque no es un mandato, invertir en nuestra preparación como líderes refleja nuestro compromiso con la misión que Él nos ha encomendado.
5. Liderazgo y finanzas en la vida cristiana
Cuando combinamos los principios de liderazgo y finanzas, podemos construir un futuro más sólido y alineado con los valores del Reino de Dios. Un líder cristiano debe saber cómo manejar tanto su vida financiera como su responsabilidad de guiar a otros. “Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón” (Mateo 6:21, RV1960). El uso adecuado de los recursos, la toma de decisiones sabias y la generosidad son aspectos que no solo reflejan nuestro compromiso con Dios, sino que también muestran a los demás el tipo de liderazgo que promovemos.
Conclusión
La capacitación en temas financieros y de liderazgo es una herramienta valiosa para los cristianos que buscan vivir conforme al propósito de Dios. La Biblia nos proporciona principios claros para tomar decisiones sabias, tanto en la administración de nuestras finanzas como en el ejercicio de un liderazgo centrado en la humildad, el servicio y la justicia. Como mayordomos de lo que Dios nos ha confiado, tenemos la responsabilidad de desarrollar nuestra mente y nuestro corazón para liderar con integridad y generar un impacto positivo en el mundo.
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Por María del Pilar Salazar
Decana Académica
Univ. Logos
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