Estudiosos sugieren que el perdón es la vía de la liberación de un individuo a la posibilidad del castigo o consecuencia de este (Sande Ken, 2004). Para entrar en materia de la exégesis del perdón, se debe reconocer la formación del término desde diferentes raíces. Dentro de la exégesis del perdón, existen ciertas influencias lingüísticas, reseñas teológicas y fundamento bíblico que se explicaran a continuación. 

Influencia Lingüística

Basado en el idioma griego, dentro de la intención de la palabra perdón se encierra varios recursos de vocablos fundamentales. Aunque en el lenguaje griego la intención de las palabras es la misma, es necesario reconocer que estos vocablos parten desde una raíz fundamental y diferencial en su acción de acuerdo con la intención del mensaje. Tal es el caso de la palabra Aphiemi, el cual se traduce literalmente del griego “perdonar”, (Sande Ken, 2004). Cabe la pena mencionar que la palabra Aphiemi, significa literalmente liberarse, soltar o exonerar a alguien de una culpa (Sande Ken, 2004). No obstante, los estudiosos del tema sugieren que, esta misma palabra se refiere a una deuda que ha sido cancelada por completo (Sande Ken, 2004). Dentro de la perspectiva bíblica, el anterior ejemplo lo vemos intencionalmente en Mateo 6:12 “Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.” (RVA) Puede verlo también en Mateo 18:27, 32. 

Siguiendo la reseña exegética de la palabra perdón, existe otro vocablo usado en idioma griego para referirse al perdón esta es la palabra Charizomai, lo que quiere decir otorgar el favor libre o incondicionalmente. Aún más, específicamente la palabra Charizomai sugiere la intención de perdonar, aunque este acto sea inmerecido, y fuera del alcance de ganarse el perdón. Bíblicamente, la palabra Charizomai está reflejada en Lucas 7:42 en donde el Señor Jesucristo dice: “Como ellos no tenían con qué pagar, perdonó a ambos. Entonces, ¿cuál de éstos le amará más?” (RVA). 

En la búsqueda exegética en el tema del perdón, el Antiguo Testamento apunta algunas palabras específicas y sus respectivos significados. Por ejemplo, las palabras más directas en referencia al perdón es סָלַח (sālaḥ), en lo que se refiere a perdonar; aun más, en referencia a la palabra perdón, סְלִיחָה (sĕlîḥâ) es el término del hebreo para la implementación de este vocablo (J. David Stark, David, J., 2014)

El lenguaje usual a este mismo término, perdón, incluye además ἀφίημι (aphiēmi) que sugiere dar permiso, ἄφεσις (aphesia) lo cual sugiere liberar, ἀπολύω (apolyō) que también implica la idea de dar permiso. Y por último ἱλάσκομαι (hilaskomai) que sugiere la acción de expiar. No obstante, el primer término utilizado anteriormente, סְלִיחָה, también ofrece la acción de dar un perdón retenido, recibido o faltado. Un ejemplo de lo anterior lo podemos encontrar en Nehemías 9:17 (J. David Stark, David, J., 2014). 

Dentro del lenguaje usual, el término perdón incluye además ἀφίημι (aphiēmi) que sugiere dar permiso, ἄφεσις (aphesia) y que además tiene una cogitación de liberar, ἀπολύω (apolyō); lo que también sugiere la idea de dar permiso a la libertad. No muy lejos se encuentra el termino hebreo ἱλάσκομαι (hilaskomai) que sugiere la acción de expiar, lavar, purificar a un individuo a causa de un perdón recibido (Stark, David, J., 2014).

Es importante resaltar que, el primer término utilizado anteriormente, סְלִיחָה, también ofrece la acción de dar un perdón retenido, recibido o faltado. Un ejemplo de lo anterior lo podemos encontrar en Nehemías 9:17:

“No quisieron escuchar ni se acordaron de tus maravillas que habías hecho entre ellos. Más bien, endurecieron su cerviz y designaron un jefe para regresar a su esclavitud[a] en Egipto. Pero tú que eres un Dios perdonador, clemente y compasivo, tardo para la ira y grande en misericordia, no los abandonaste”.

Reseña Teológica y Bíblica

 El Antiguo Testamento (AT), así como en el Nuevo Testamento (NT) el compromiso económico está estrechamente relacionado con situaciones que comprometen al ser humano y que por ende lo llevan a mentir o acarrear pecado contra su semejante (Stark, David, J., 2014). Ahora bien, lo anterior no significa que las cosas que comprometen al individuo pueden conducir a una deuda financiera (Sal 73: 3), no obstante, la deuda financiera es usada frecuentemente como metáfora, que implica en variadas ocasiones, el estado resultante de acciones comprometedoras (Mateo 6: 12). Lo anterior sugiere que, las expresiones de absolución del compromiso financiero y el perdón de anomalías u ofensa por lo general están estrechamente relacionadas (Stark, David, J., 2014). Estas metáforas y correlaciones entre deudas financieras y el perdón, al pasar el tiempo, llenaron algunos aspectos de interpretación bíblica respecto al tema del perdón; tanto así que, estudiosos del tema sugieren que la cancelación del compromiso sabática de Israel llegó a ser una metáfora para el perdón de los pecados, ver ilustración en Isaías 61: 1–3), (Stark, David, J., 2014).

Vale la pena reconocer otras diferentes formas comunes que describen el perdón desde una perspectiva bíblica y teológica. El perdón desde el punto de vista de liberación de una deuda incluye términos hebreos tales como סָלַח (sālaḥ, lo cual sugiere perdonar), סְלִיחָה (sĕlîḥâ, lo cual sugiere perdón), ἀφίημι (aphiēmi, este vocablo sugiere dar permiso), ἄφεσις (aphesia, aquí la palabra sugiere liberar), ἀπολύω (apolyō, en este caso la sugerencia refiere a dar permiso) Y ἱλάσκομαι (hilaskomai, este vocablo sugiere expiación), (Stark, David, J., 2014). La Biblia enseña muchos ejemplos que encierran las anteriores clasificaciones del perdón; ejemplo de esto lo vemos en Números 30:5,8,12 en donde Yahwe libera a las mujeres del compromiso del voto debido a la cancelación que el esposo o padre concede de este. Por su parte, el NT sugiere la palabra perdón desde una perspectiva de liberación utilizando el termino charizomai, χαρίζομαι; este termino sugiere en la bondad del perdonador al liberar a otro de un compromiso particular (Col 3:13; Ef 4:32), (Stark, David, J., 2014).

 

En el AT existan sugerencias en donde el perdón debe ser olvidado por el perdonador, así lo observamos en Ezequiel 33: 14–16, en donde Dios promueve que una cuando un pecador o una persona necesitada del perdón, y esta persona se arrepiente, estas ofensas o pecados no deben ser recordados nunca más (zākar). Por su parte, el NT nos enseña a través del apóstol Pablo que es una bendición cuando Dios no cuenta (logizomai) su pecado contra él (Rom 4: 8). El perdonar y olvidar origina liberación de un compromiso o de sus consecuencias; aún más, específicamente el Señor a través de este acto de perdón se centraliza más en el acto del acreedor o la persona ofendida que en los efectos del perdón sobre el deudor o el delincuente, ver 2 Tim. 4:16 (Stark, David, J., 2014).

Luz Díaz

Bibliografía

Stark, David, J., (2004). Perdón. ed. Douglas Mangum et al., Lexham Theological Wordbook, Lexham Bible Reference Series. Bellingham, WA: Lexham Press. 

Sande, Ken. (2004).  Pacificadores: Guía Bíblica Para Resolver Conflictos Personales Billings, MT: Peacemaker Ministries, 253.

 

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