En un mundo donde la riqueza a menudo dicta el estatus y el poder, la perspectiva cristiana sobre la gestión financiera presenta una dinámica notablemente diferente. Basada en principios bíblicos, esta perspectiva desafía a los creyentes a vivir no según los sistemas de valores del mundo, sino según los del Reino de Dios, como se menciona en Romanos 12:1-2.
Vivir por los Principios del Reino
El Reino de Dios representa una superposición de la voluntad de Dios en cada aspecto de la vida, incluyendo el financiero. Esto implica que las decisiones financieras no deben basarse en la codicia, la avaricia o el materialismo, que son características comunes de la economía mundial, sino en los principios del Reino.
Principios Financieros del Reino
Obediencia y Dependencia de Dios: La obediencia a Dios y la dependencia de Su provisión son fundamentales. Esto incluye la práctica del diezmo y las ofrendas, no como una obligación legalista, sino como un acto de adoración y confianza en Dios.
“Honra a Jehová con tus bienes, y con las primicias de todos tus frutos; y serán llenos tus graneros con abundancia, y tus lagares rebosarán de mosto.”
(Proverbios 3:9-10, Reina-Valera 1960)
Administración Responsable: Como administradores de los recursos que Dios nos ha dado, se espera que los cristianos usen su dinero sabiamente, no solo para beneficio personal, sino también para el bienestar de los demás.
“Bienaventurado el hombre que teme a Jehová, y en sus mandamientos se deleita en gran manera. Su descendencia será poderosa en la tierra; la generación de los rectos será bendita. Abunda en bienes la casa del justo…”
(Salmo 112:1-3a, Reina-Valera 1960)
Generosidad y Compartir: El principio de generosidad es central en la enseñanza bíblica sobre el dinero. Esto implica cuidar de los pobres y necesitados, y usar los recursos para promover la justicia y el amor.
“Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre.” (2 Corintios 9:7, Reina-Valera 1960)
Evitar la Deuda Excesiva: La Biblia advierte contra el endeudamiento excesivo y promueve la libertad financiera. Esto no significa que toda deuda sea mala, pero sí que debemos ser prudentes y evitar la esclavitud financiera.
“No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros; porque el que ama al prójimo, ha cumplido la ley.” (Romanos 13:8, Reina-Valera 1960)
Trabajo Duro y Honestidad: El trabajo duro y la honestidad son valores clave en la gestión de las finanzas. Esto implica ganar dinero de manera ética y evitar prácticas deshonestas o corruptas.
El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad.
(Efesios 4:28, Reina-Valera 1960)
La Victoria Financiera y la Filiación: La gestión financiera en el Reino de Dios está intrínsecamente ligada a la madurez espiritual y la filiación divina. Esto significa que nuestra relación con Dios debe influir en cómo manejamos nuestro dinero, reconociendo que todo lo que tenemos proviene de Él.
“Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”. (Mateo 6:33, Reina-Valera 1960)
El Dinero y su propósito: La transferencia de riqueza a la iglesia tiene el propósito de acelerar la extensión del Reino de Dios en la Tierra. La riqueza en el Reino de Dios no es para acumulación personal o autoindulgencia, sino para el avance del Reino.
Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.
(1 corintios 15:58, Reina-Valera 1960)
En resumen, la administración financiera desde una perspectiva cristiana no se limita a técnicas económicas, sino que se fundamenta en principios divinos que orientan cada aspecto de nuestras vidas, incluyendo cómo manejamos nuestros recursos materiales. Al vivir según los principios del Reino de Dios, podemos experimentar una vida financiera que no solo busca nuestro bienestar personal, sino que también contribuye al avance del propósito eterno de Dios en el mundo.
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Por María del Pilar Salazar
Decana Académica
Univ. Logos
Universidad Cristiana Logos: https://www.logos.university/