Frente a lo anterior, la pregunta es ¿Cómo enfrento la prueba?

Naturalmente que es  indispensable aferrarnos a Dios, tal como lo hizo José que enfrentó el proceso con gran fe  frente a la gran adversidad que le fue propuesta en el lapso que duró la prueba. En el caso nuestro, nos llevará a acercarnos más a Dios, a buscarle para depender de Él, tal como José, que en medio de la prueba, se aferró mucho más a Dios.

Lo anterior, nos permite ver si estamos andando en la carne o en el espíritu. Sí hemos descendido a como un carnal y si no paramos, a tiempo, estaremos muy cercanos a ser infestados con las miradas de tentación con propensión a pasar a las miradas de codicia; eso ya es muy peligroso.

Entonces de ¿qué manera enfrento la tentación para no caer en la misma?

  Hay muchos tipos de miradas. En este caso, me limitaré solo a qué veamos cinco tipos de miradas, donde el tercer tipo de mirada, a la vez, lo subdivido en tres. 

 

1.- Mirada de admiración. Desde el punto de vista netamente visual, es cuando algo o alguien nos impactan de manera sorprendente  por su elegancia y belleza nos cautivan. No tan solo la mirada sino que, generalmente, están vinculadas con la subjetividad de la persona o cosa admirada; pero sin codicia.

2.- Mirada de admiración. Desde el punto de vista netamente afectivo. Es algo especial que se siente o que se tiene para con alguien, debido a las cualidades que despiertan, ya sea, afecto, cariño o un amor que sólo inspira bondad.

3.- Mirada de codicia. Es esa mirada de pasión que va mucho más allá del sentimiento en la cual puede visualmente desvestir a una persona con la intencionalidad de llegar a poseerla. A la vez, este tipo de mirada tanto en el hombre como en la mujer, la podemos subdividir en tres tipos:

  1. a) La mirada contemplativamente codiciosa:

    es poner la mirada en alguna persona que, a la vez, es tentadora donde mayormente despertará el apetito sensual, con gran propensión, a ser irrefrenable.

  2. b) La mirada complacidamente sensual:

    Es la que incita a satisfacer de forma totalmente lujuriosa que llega al extremo de ser, tan incontrolada, y desordenadamente ilícita y codiciosamente posesiva, nada más que por ser un hombre o una hermosa mujer sensualmente codiciable y de bella presencia.

Ahora bien, ¿Por qué ocurre esto?

Porque la concupiscencia de la carne y de los ojos cuando está viva, obviamente, que estará presta para erguirse y abalanzarse, cual león hambriento, sobre su presa a la primera oportunidad que se presente. También esto se pueda deber a las consecuencias del prolongado descuido del deber conyugal por parte de su esposo Potifar. Ya sea por su edad o alguna enfermedad.

  1. c) La mirada de plena complacencia visual.

    Es la mirada que se hace con la intencionalidad de visualmente satisfacer el apetito de su placer sexual, sin consumar el coito porque el realizarlo es imposible, ya sea por motivos de índole temerosamente cristianos, por respetar sus votos matrimoniales, por la dignidad de su trabajo, por el status social, por la ética familiar y el prestigio social que todos ellos actúan, tal como un verdadero freno de pie o de mano que el conductor activa para detener la marcha para posteriormente estacionarlo con seguridad. En el caso de un hijo de Dios, es debidamente accionado por la enseñanza de la Palabra de Dios, escoltada por el reverente temor de Dios. Esto es muy propio de la naturaleza de la Nueva Criatura en Cristo.

4.- Miradas de tentación hacia mujeres. El lenguaje corporal de una o más mujeres es un verdadero pertrecho que juega a favor de la seducción femenina. Sin decir una sola palabra son la tentación viva en carne y hueso que atraen las miradas masculinas que se generan cuando vemos a una mujer hermosa y atractiva ya sea por su belleza física, forma de vestir y que debido a la apreciación  valorada de esa belleza femenina se estará tropezando, sabiendo que está siendo tentado y que más delante, cada vez, será más difícil de evitar el pecado porque los ojos a través de la mirada se establece una conexión única entre una mujer u hombre. Para este efecto, se debe tener siempre presente que la acción de mirar, es la que puede constituirse en un gran riesgo de caer en tentación para llevar una vida de codicia interiormente adulterina que con el tiempo se llegue a consumar el pecado de muerte, sin vuelta atrás. Porque el gran peligro está, plenamente, latente cuando se mira tan semejante como un carnal donde no tendrá el debido respeto del décimo mandamiento: “No codiciarás la mujer de tu prójimo”.

5.- Miradas de tentación hacia hombres. Las miradas de tentación, de mujeres hacia algún hombre, generalmente ocurren cuando ven a un hombre joven apuesto, profesional, muy atractivo, rubio de ojos azules o verdes, bien educado, amable y respetuoso. Que tenga un buen carro o ya sea dueño de una buena casa o un confortable departamento.

En segundo lugar:

“Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo” (1ª Jn 2, 16).

Este texto contiene en si cierta privación de mirar a lo que hay en el mundo, donde muchos del Pueblo de Dios, a causa del mirar se prostituían. Hoy día muchos cristianos son tentados porque a través del mirar se venden al pecado, sin ninguna consideración por su alma. Solo miran en pos de su corazón y de sus ojos para ciegamente, satisfacer su apetito carnal.

En tercer lugar está la transgresión del séptimo mandamiento:

“No adulterar”, es evitar el quebrantamiento del pacto matrimonial hecho delante de Dios y de muchos testigos, durante la ceremonia nupcial.

El caso visto ocurrió a la inversa. La esposa de un  oficial egipcio mira a José y se siente atraída, para poner sus ojos en el joven hebreo  de hermoso semblante y de muy buen hablar.

Conclusión:

La Integridad Triunfa (Gn 39,1-6).

La Tentación replica atacando (Gn 39, 7-10).

Pero la Santidad brilla (Gn 39,11-20).

Por tanto: D. Mennen, comenta en su artículo titulado, “Cómo el hombre sabio vence a la tentación”

 1° En sus obligaciones fue leal 

2° Frente a la tentación huyó de ella 

3° En la prisión fue fiel 

¡Qué gran vida ejemplar para imitar!

Para el Señor, sea toda: Honra, Gloria y Alabanza.

Dr. Iván Pereira

BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA 

Biblia de Estudio Pentecostal, Rev. 1960, edit. Vida.

CIBERGRAFÍA

Cómo seducir a un hombre: psicología, consejos y errores.  Recuperado de…www.elespanol.com › ¿Cómo hacer…?

Recuperado de https://www.wikicristiano.org/diccionario-bi…/significado/…/

http://enseandolapalabra.blogspot.com/…/la-prueba-y-la-tent…

 

 

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