La Correlación entre la Mente y el Cuerpo

Hay mucha verdad en la expresión común en inglés que dice: “Estoy tan preocupado hasta enfermarme”. La ciencia médica está llegando a ser cada vez más consciente de la conexión entre la salud física y el patrón de pensamiento. Muchas enfermedades son el resultado directo de psicosis de la mente. Para que nosotros podamos entender la correlación entre lo que pensamos y cómo nos sentimos, debemos examinar el tema de la psicosomática. La palabra en sí está hecha de dos palabras griegas: ψυχή (psujé), significando “alma”, con énfasis en la mentalidad, y σῶμα (sóma), significando “cuerpo”.

El concepto de la psicosomática es muy sencillo. Cualquier actitud mental de miedo, preocupación o ansiedad —cualquier tensión mental continua— con el tiempo se desbordará y afectará al cuerpo. Esto puede resultar en un comportamiento raro. Por ejemplo, se descubrió durante la Guerra de Corea que muchos soldados americanos murieron en los campamentos de prisioneros de lo que se conoce como ‘rendiritis’. Con la perpetuación de esta actitud mental durante un período de tiempo, un individuo sin más se doblaría, se dejaría caer en la tierra y la causa de su muerte sería una actitud mental de desesperanza y desesperación.

También es común que la gente sufra de achaques tales como eczema, sarpullidos, verrugas, alergias, asma, hipertensión, bocio, úlceras y muchos otros trastornos sólo por el desborde de las presiones de la mente al cuerpo. Lo interesante es que, un cambio de actitud mental —una estabilización de la mentalidad— resulta en la eliminación de los síntomas. Yo no estoy tratando de explicar la causa de la aparición repentina de un sarpullido y su desaparición también repentina como algo psicosomático en tu caso.

Estoy diciendo que por fin la ciencia médica ha descubierto lo que ha estado registrado en las Escrituras —que problemas fisiológicos pueden estar relacionados a nuestros procesos de pensamiento. Esto nos trae a un asunto que todos debemos encarar como creyentes en el Señor Jesucristo. Cuando nuestros lóbulos derechos piensan el punto de vista divino por medio de la doctrina bíblica, el resultado es paz interior, una actitud mental relajada, estabilidad, y felicidad interior. Pero cuando nuestros lóbulos derechos funcionan en el punto de vista humano, o cuando los pecados de actitud mental tales como orgullo, celos, amargura, revanchismo, implacabilidad, complejo de culpa y odio dominan la mentalidad de nuestras almas, el resultado es una inevitable miseria autoinducida. Los pecados de actitud mental, más la falta de doctrina bíblica, conllevan al punto de vista humano y sólo pueden producir desorientación a la gracia y agonía del alma.

Punto de vista humano es cualquier sistema de pensamiento, valores o resolución de problemas humano o satánico que sea contrario y opuesto al punto de vista divino, valores y resolución de problemas como son revelados en la Biblia.

Gracia es todo lo que Dios es libre de hacer por la humanidad en las bases de la obra salvadora de Cristo en la cruz. La humanidad nunca puede alcanzar o lograr la aprobación o el favor de Dios a través de sus propios esfuerzos, obras, energía o moralidad.

Referencias Bibliográficas