Se dice de esta palabra que en el tiempo del Nuevo Testamento quería decir “fallar al blanco” cuando los arqueros disparaban sus flechas tirando a la diana o algún otro objeto, si fallaba se le decía: “Has pecado” Así las personas hemos fallado en el blanco para el que Dios nos creó: Nos creó para su gloria, sin embargo, nuestra situación es que:
“por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios” Romanos 3:23
Dios nos creó para un destino noble y alto, pero nosotros hemos fallado ese destino, y nos hemos hecho bajos y rastreros. Nos hemos vendido al pecado, por egoísmo. Sólo buscamos lo nuestro, no lo de Dios nuestro Creador.
Nos dice la Biblia, que cuando Dios creó al hombre y lo puso en el Huerto del Edén, paseaba con él al aire del día. En esos paseos Dios hablaba al hombre y le contaba sus planes, también el hombre escuchaba, preguntaba y se interesaba por los proyectos de su Creador. Dios quería una relación voluntaria y libre con su criatura, menos de esto no le agrada.
Pero ¿Qué hemos hecho? ¿Dónde estamos? ¿Acaso vivimos, así como él quiere? No, por supuesto, sino que le hemos ignorado, ¿Sus proyectos para nosotros? Hemos pasado de ellos; en tantos años que hemos vivido ya, no le hemos preguntado con seriedad ni una sola vez: Señor ¿Qué quieres que yo haga? Sino que por el contrario hemos hecho todo lo que nos ha apetecido y más porque no hemos podido.
El pecado es ofensa a Dios, es como si le escupiéramos en la cara, o nos burláramos de El. También es muerte para nosotros, pues así dice la Biblia: “La paga del pecado es la muerte; más el regalo de Dios es vida eterna en Cristo Jesús” Romanos 6:23.
Cuando miramos alrededor de nosotros y vemos todas las miserias que hay, debemos entender que son las consecuencias del pecado. Las personas desechan las leyes de Dios que son para vida y van por los caminos de la muerte.
El pecado nos hace esclavos del diablo, el cual nos tiraniza y nos maltrata y quiere llevarnos a una vida desdichada y luego al infierno. Pero como dice la segunda parte del versículo de Romanos escrito arriba:” más el regalo de Dios es vida eterna en Cristo Jesús”. Dios nos ha dado un regalo en su Hijo como no hay otro igual en el mundo: Jesús murió en aquella cruz por nosotros, pagando toda la deuda de nuestros pecados, para que nosotros seamos perdonados completamente, libertados del diablo y salvados para siempre. Los que reciben tal regalo se salvarán del infierno, los que rechazan el regalo y se burlan, no se salvarán, sino que se perderán para siempre.
¿Qué te parece? ¿Has recibido ya ese regalo de Dios? Si aun no lo has hecho no lo dejes para más tarde, hazlo ahora mismo. Pídeselo a Dios ahora mismo con palabras sencillas, tú a solas con El, sin estampas ni imágenes, sino de corazón.
Referencias Bibliográficas
- José Luis y Feliciano Briones Cursos Bíblicos Apartados 2.459 28080 MADRID
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