“¡Tengan cuidado! Advirtió a la gente, Absténganse de toda avaricia; la vida de una persona no depende de la abundancia de sus bienes.” Lucas 12:15 NVI
Antes de hablar de las deudas o de ser fiador, quiero aclarar un punto importante con el versículo anterior. La avaricia es un ídolo en el corazón del ser humano que debe ser destruido en su totalidad, el dinero nunca va a satisfacer cualquier necesidad. Hay bastantes casos de personas que se encuentran sobre endeudadas, viviendo por encima de sus posibilidades, porque este ídolo que hace parte de la naturaleza pecaminosa está enconado en su corazón. La avaricia es el deseo insaciable de poseer capital para sí mismo, a diferencia del capitalismo generoso que en su esencia es generar capital para beneficiar al mayor número de personas que se pueda en su círculo social.
Un buen capitalista cristiano, sabe medir bien sus deudas y/o sus fianzas con los demás. Se esmera y esfuerza en tener un equilibrio en su vida espiritual y en la administración de las riquezas que Dios le da.
La palabra de Dios es específica, clara y concisa en este tema.
“Por tanto, hagan morir todo lo que es propio de la naturaleza terrenal: inmoralidad sexual, impureza, bajas pasiones, malos deseos y avaricia, la cual es idolatría.”
Colosenses 3:5 NVI
En los cuatro evangelios de la palabra de Dios, encontramos varios versículos en donde Jesús hace referencias hacia el dinero. Dicen los expertos que, de todas las parábolas de Jesús, 16 están relacionadas con el dinero. La Biblia tiene más de 2.000 versículos que hablan sobre el dinero y aproximadamente el 10% de los versículos del Nuevo Testamento también están directamente relacionados con los tesoros de esta tierra.
La Biblia tiene varios versículos relacionados con las deudas financieras y las deudas emocionales:
“No tengan deudas con nadie aparte de la deuda de amor que tienen unos con otros; pues el que ama a su prójimo ya ha cumplido todo lo que la ley ordena.” Romanos 13:8
No hay un versículo clave que motive al creyente a endeudarse, pero tampoco hay versículos que lo prohíban de manera contundente. Si hay algunos versículos que hablan de las consecuencias de endeudarse y esto se debe a una mala planeación financiera del balance general de ingresos, egresos, activos y pasivos. Las deudas se ocasionan por varios factores, los más relevantes son de carácter emocional, decisiones apresuradas por la intuición sin prever todos los riesgos, también se ocasionan por perdida de empleo, un mal negocio, divorcios, enfermedades, catástrofes, abandono de la pareja, orgullo, vicios, vida desordenada, infidelidad, adulterio, quiebra de la empresa, muerte de uno de los proveedores del hogar, y lo que estamos viviendo en este momento ocasionado por una pandemia de un virus llamado Covid-19.
En 2 reyes en el capítulo 4, se relata la historia de una viuda con hijos, que estuvo casada con un hombre fiel a Dios y que cuando llegó el profeta Eliseo, ella se encontraba endeudada con un hombre de la ciudad.
“…Mi esposo, su servidor, ha muerto, y usted sabe que él era fiel al Señor. Ahora resulta que el hombre con quien estamos endeudados ha venido a llevarse a mis dos hijos como esclavos.”
2 Reyes 4:1 NVI
Realmente no se saben las circunstancias por las que esta mujer se encontraba endeudada con aquel hombre. Permítanme especular al respecto, ella estaba endeudada porque vivían en arriendo y ya llevaban varios meses sin pagar la renta porque ella y sus hijos jóvenes de edad dependía al 100% de los ingresos de su esposo, el rector del colegio en el que estudiaban sus hijos les estaba cobrando los meses de la pensión, el esposo había pedido un préstamo al banco para invertir en un negocio y ella quedó con esta deuda, ella le había pedido a este hombre conocido de la familia dinero prestado mientras ella miraba en que podía trabajar y ya llevaba varios meses sin encontrar trabajo.
La viuda que dependió toda su vida de su buen esposo proveedor, ella se encargó de educar a sus hijos mientras su esposo trabajaba, ella nunca pensó en que su esposo fuera a fallecer, ella estaba desilusionada y confundida, no sabía cómo enfrentar la vida porque no tenía una historia laboral, ella se daba golpes de pecho culpándose porque nunca había pensado en que en esta vida existen muchos riesgos y se confió demasiado, estaba enojada con Dios y sin esperanza, ella se decía a sí misma, esto porque me pasó a mí que soy creyente y devota a Dios, quien me va a dar un buen trabajo si no tengo experiencia, será trabajar de sirvienta y que me paguen siquiera el mínimo para poder sobrevivir, creo que voy a terminar en la calle con mis hijos pidiendo limosna.
Pero lo que ella no sabía, era que tenía un gran potencial, un gran talento dado por Dios para llegar a ser una gran empresaria en la comercialización de bienes y servicios, ella tenía la vena del emprendimiento que la iba a llevar a la prosperidad. Ella descubrió este potencial porque busco ayuda en el lugar adecuado, un siervo ungido por Dios llamado Eliseo, que bajo la guía del Espíritu Santo le dice a la viuda que haga un préstamo de vasijas con sus vecinos, porque el único recurso que tenía ella era aceite y Dios con su talento y habilidad lo iba a multiplicar. Después de haber realizado lo que él siervo de Dios le había dicho, ella fue y le contó a él, quien inmediatamente la mandó a hacer lo siguiente:
“Ahora ve a vender el aceite, y paga tus deudas. Con el dinero que te sobre, podrán vivir tú y tus hijos.” 2 Reyes 4:7 NVI
Hay varias enseñanzas que descubrimos en estos versículos, debemos pedir consejos a personas que sean espirituales, escuchar sus consejos y llevarlos a la acción.
En mi país Colombia usamos mucho el refrán: “No le des el pescado, más bien, enséñele a pescar.” He escuchado varios testimonios en mi país y de otros países, de hombres y mujeres creyentes, que no tenían absolutamente nada de dinero, varios de ellos estaban con deudas que los ahogaban y se le presentaron personas con una oportunidad de comercializar productos de bienestar, de aseo, de belleza, cremas, perfumes, maquillaje, etc., e hicieron un pequeño préstamo de dinero con familiares y en algunos casos con entidades financieras. Hoy en día son millonarios, son grandes líderes que motivan y animan a muchas personas a emprender, a tener fe y esperanza en Dios Padre, Hijo y Espíritu santo.
Estas personas a las cuáles les llegó esta oportunidad, no sabían que tenían este gran potencial y talento dado por Dios, habían perdido toda esperanza, pero cuando aparecieron estas personas, creyeron y fueron determinadas, sufrieron un poco o mucho en sus vidas, pero fueron humildes en escuchar los consejos de estas personas, que no les dieron el dinero, ni los productos, sino que hicieron como Eliseo, les mostraron las herramientas y la oportunidad de hacer un gran negocio con un pequeño recurso y ellos se movieron con una fe inquebrantable a llevar a cabo los consejos de estas personas. La fe y el esfuerzo van de la mano, hay otro refrán que hace referencia a la actitud de estas personas emprendedoras:
“A Dios rogando y con el mazo dando.”
He visto muchas personas en necesidad, que no mueven un dedo por salir de la situación en la que están, yo mismo les he mostrado oportunidades para que emprendan algo, las motivo, les doy ánimo, les hago ver que son valiosas y talentosas, pero lastimosamente están esperando que uno les dé, el pescado, son negativas, no se esfuerzan, no dan la milla extra, no pagan el precio. La enseñanza de Eliseo nos muestra, que, si queremos ayudar a una persona, no hagamos el trabajo por él o ella, nuestra obligación es hacerle ver la oportunidad y que ellas sean las que decidan por sí mismas y actúen. Jim Rohn decía:
“El desastre económico comienza con una filosofía de hacer poco y querer mucho.”
Podemos decir que este préstamo de las vasijas que hizo la viuda fue una pequeña deuda que adquirió momentáneamente para invertir en su nuevo emprendimiento y microempresa de aceite casero artesanal, en donde Dios lo multiplicó. Que milagro tan asombroso, que lo puedo decir con total convicción, se sigue y seguirá realizando en muchas hijas e hijos de Dios, que tienen un pequeño recurso que pueden multiplicar con el favor y la dirección de Dios. Pero este éxito de la viuda se debió a la fe y convicción que llevó en su habilidad a la acción, Eliseo le mostró a ella el pescado, le dio la caña de pescar y le enseño como pescar. En ella se cumplió el versículo bíblico: “las manos hábiles…”
“Las manos ociosas conducen a la pobreza; las manos hábiles atraen riquezas.” Proverbios 10:4 NVI
La obediencia a los consejos de los siervos de Dios inspirados por el Espíritu Santo, traen bendición, por eso el proverbio dice: “En multitud de consejeros hay sabiduría.” En decisiones de carácter financiero, siempre busca el consejo frente a la decisión que vas a tomar, el principal consejero es Jesús, el segundo si eres casado es tu cónyuge, si eres soltero tus padres, el tercero un pastor o líder de tu iglesia y si es necesario, un asesor experto en el tema.
Jean Paul B.S.
Consultor Financiero y Evangelista
Autor del Libro EL CAPO – La Gran Misión
Bogotá D.C. – Colombia