El problema del dolor y el sufrimiento en el mundo siempre ha sido algo misterioso y un tanto inexplicable. Con todo, la Biblia nos muestra que Dios creó un mundo perfecto donde el sufrimiento no existía. “Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera” (Génesis 1:31).
Pero el dolor, la enfermedad, la miseria y la muerte, entran en este mundo por la rebelión y el pecado del hombre (Génesis 3 y Romanos 5:12). “Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron” Desde entonces la calamidad ha acompañado al ser humano a través de la historia, unas veces han sido catástrofes “naturales” y otras fabricadas por el mismo hombre. Así la Historia del Planeta Tierra es una sucesión de hechos horrorosos que el hombre no ha podido ni ha sabido evitar. ¿Tiene Dios algún propósito con el dolor humano? SI, por supuesto. Hay algo de mucho valor en las personas que sufren, se nota en su personalidad una obra profunda, ven la vida de otra manera, valoran las cosas con sensatez, saben consolar a otros que sufren. “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios” (2ª Corintios 1:3‑4).
También hay personas que hasta que no se enferman de gravedad o pasan por graves apuros no vuelven sus ojos a Dios. El salmo 107 nos muestra esto de una manera muy gráfica, y cómo Dios está deseoso de mostrar su misericordia a las personas.
Pensamos que los mayores sufrimos por nuestra culpa, pero ¿qué pasa con los niños inocentes que sufren y mueren en catástrofes de todo tipo? La Palabra de Dios dice que ellos van al Cielo con su Creador. “Pero Jesús dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos” (San Mateo 19:14). No se pierden, no mueren para siempre, Jesucristo los ha salvado por toda la eternidad.
Hemos querido dar unas breves pinceladas sobre un tema inagotable con el fin de consolar a los que sufren; pero por más que se indague siempre quedará una incógnita, una pregunta sin respuesta sobre el asunto, pero donde la razón no llega, sí alcanza la fe, y para aquel que confía en Dios está la certeza de que El es fiel y justo además de amor, y que lo que nosotros no entendemos, ¡El lo sabe! y nada pasa sin su consentimiento y todo lo que permite que pase es porque tiene un propósito en ello. “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien” (Romanos 8:28). Un día, cuando los Tiempos de los Hombres lleguen a su fin y Jesucristo vuelva para reinar en toda la Tierra, entonces entenderemos todo lo que ahora nos está oculto y alabaremos a Dios porque todo lo hizo bien.
Y también llegará el día cuando la historia del sufrimiento humano se termine. La Vida en plenitud irrumpirá por toda la Creación, y el dolor, las lágrimas, y la muerte desaparecerán del Universo, y la dicha sin fin será la herencia perpetua de los que confiaron y siguieron a Jesucristo. “Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios. Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá más llanto, ni clamor, ni dolor, porque las primeras cosas pasaron” (Apocalipsis 21:3‑4)
¡No te pierdas un futuro tan hermoso! si aun no te has rendido a Jesucristo, hazlo cuanto antes, hazlo ahora mismo. El es Dios sobre todas las cosas y cumplirá todo lo que ha prometido. “de quienes son los patriarcas, y de los cuales, según la carne, vino Cristo, el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos. Amen” (Romanos 9:5)
Referencias Bibliográficas
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