Jeony Ordoñez
Introducción
Ahora más que nunca la sociedad necesita de líderes que tengan las características propias de un líder que conoce, sigue y predica a Jesús. La sociedad está cansada y muchas de ellas frustrada de seguir personas que carecen de características propias de un líder que ama la gente y se preocupa por su pueblo. Especialmente en Honduras hay una decadencia de buen liderazgo que más del 70% de la población estuvo de acuerdo con la extradición del presidente de la república en 2009, lo que se conoció como “El golpe de estado” por los excesos en los que el presidente incurrió.
Otro tema que por años se ha discutido es si los cristianos debemos incursionar en la política o no. En el último año se hizo una crítica a un pastor que quería ser candidato a la presidencia, al final él desistió por las críticas y los llamados de atención de las organizaciones cristianas, pero su hijo, ganó la candidatura para ser diputado al congreso. La pregunta sigue en el aire ¿debe un cristiano incursionar en la política sí o no?
En mi opinión uno de los tantos problemas de las Iglesias y especialmente de los pastores es que ayudamos a la gente a ser líderes que guiarán a cristianos, pero no preparamos a los hermanos a ser líderes en sus trabajos fuera de la iglesia, mucho menos preparamos a los cristianos a ser líderes en la política; sin perder los principios ni el llamado.
Creo que los cristianos somos llamados a incursionar en cualquier campo y lograr los puestos más altos si es que realmente queremos influir en las personas que no conocen de Jesús. Necesitamos llegar al congreso, al ejecutivo, a la corte de justicia, a las gerencias bancarias y a los ministerios gubernamentales, solo así podremos realmente ser agentes de cambio a la sociedad predicando con el ejemplo más que con palabras como dijo San Francisco de Asís: “predica a Jesús todo el tiempo si es necesario usa las palabras.”
Estoy hablando de los cristianos bien formados que han sido líderes en la iglesia, estoy en desacuerdo si es un pastor es quien tiene interés de llegar a obtener cargos gubernamentales. Especialmente Honduras, necesita de líderes cristianos manejando el país no personas a las que su interés y ambición sobrepasa la compasión, empatía y solidaridad especialmente con los más necesitados.
En Honduras, su población es más de ocho millones de personas donde el 80% viven en pobreza, de éste por ciento la mitad vive con un salario mínimo de 300 dólares al mes, el otro 20% intentan sobrevivir con un dólar diario 30 dólares al mes, y 20% viven con menos de un dolar al día; por lo general estas personas son miembros de familia numerosas. Si pudiéramos pensar en algún momento de nuestra ocupada agenda semanal, que de los niños que asisten a clases en nuestra escuela dominical probablemente algunos llegarán a obtener cargos importantes de liderazgo en el país. Nos ocuparíamos en preparar lo suficiente para que sean líderes que traerán cambio y transformación positiva a la sociedad. Si fuéramos conscientes que hay líderes en potencia sentados en nuestras bancas, posibles presidentes de la república, presidentes de congresos y gerentes de bancos pero: ¿cómo podemos identificarlos, como prepararlos? Este es nuestro reto.
I.-Permítame dar un sencillo plan para cómo identificarlos.
En el libro de Samuel encontramos la historia de cómo era el perfil de David, algunas cualidades que lo distinguían y lo calificaban para llegar hasta el palacio a ministrar al rey Saúl.
15 Y los criados de Saúl le dijeron: He aquí ahora, un espíritu malo de parte de Dios te atormenta.
16 Diga, pues, nuestro señor a tus siervos que están delante de ti, que busquen a alguno que sepa tocar el arpa, para que cuando esté sobre ti el espíritu malo de parte de Dios, él toque con su mano, y tengas alivio.
17 Y Saúl respondió a sus criados: Buscadme, pues, ahora alguno que toque bien, traédmelo.
18 Entonces uno de los criados respondió diciendo: He aquí yo he visto a un hijo de Isaí de Belén, que sabe tocar, y es valiente y vigoroso y hombre de guerra, prudente en sus palabras, y hermoso, y Jehová está con él.
La necesidad es la oportunidad para servir.
Los buenos líderes no miran los problemas como la oportunidad de demostrar cuanta capacidad tiene sino; como la oportunidad de poder servir a estas personas.
Es el caso de David sus cualidades ahora estaban dando resultando. Dios, había abierto una oportunidad para servir al rey.
Analicemos por un momento cuales fue el proceso para que David fuera identificad destacaron.
- V15 se presenta la necesidad
- V16 se presenta la oportunidad. Esta oportunidad requiere de alguien con las siguiente característica: que sepa tocar el arpa muy bien, para ser este personaje seguramente David había invertido el tiempo necesario para aprender a ejecutar este instrumento, no fue llevado al palacio por otra cualidad sino por ser buen músico. Seguramente no era el único que cumplía con este requisito, había otros que tenían el talento, capacidad y el deseo de tocar para personajes muy importantes; pero había alguien allí que lo recomendó no solo por su talento como músico sino por sus otras Capacidades que también pesaban aún más que el currículum de los demás. Veamos estas cualidades:
Sabe tocar, tiene el talento que busca pero además: Es valiente, no le teme a los retos ni a las dificultades. Vigoroso, está listo para lo que sea cuando sea y donde sea. Hombre de guerra, está probado en la batalla. Prudente en sus palabras, habla cuando debe y como el más importante de todos: Jehová esta con él.
Hemos visto su entrega al señor y su respuesta.
Este era el perfil de David antes de convertirse en un líder de la nación, con cualidades que había desarrollado a través del tiempo y la dedicación, esperando una oportunidad en el tiempo de Dios.
John Maxwell en su libro el ABC, de las capacitaciones escribe respecto cómo identificar los líderes, “los grandes líderes buscan y encuentran a los líderes en potencia, y los transforman en buenos líderes.”
Aunque agrega que esta no es una tarea fácil es una de las responsabilidades de un líder con éxito. Identificar a los líderes en potencia.
Al igual que se selecciona un equipo de fútbol, buscando jugadores para las diferentes posiciones, de la misma manera identificamos a los futuros líderes dependiendo la capacidad de los prospectos. No vamos a poner a un defensa en la posición de un delantero porque su efectividad no será la misma y el grado de frustración será mayor.
Es nuestra tarea como pastores y líderes identificar aquellos en quienes vamos invertir nuestro tiempo, vida y recursos para desarrollarlos. Este será nuestro próximo paso “cómo desarrollarlos”
II.- Cómo ayudar a los prospectos a ser eficaces en su labor.
Es obvio que si Jesús necesitó tres años para ayudar a que sus discípulos encarnaran la visión y empezaran por sí mismos a poner en práctica lo aprendido en la escuela de Jesús a nosotros, nos tomará mucho más que eso por lo que necesitamos un plan para saber ¿cómo hacerlo?
Si la etapa inicial de identificación llevará algunas complicaciones, esta etapa de desarrollarlos, tomará aún más del tiempo del que planeemos. Por lo que debemos tomar en consideración según John Maxwell, en su libro el ABC de la capacitación que hay cuatro tipos de prospectos.
1.- Los que definitivamente nunca serán. Algunas personas carecen de capacidades para hacer un trabajo dado.
2.- Los que Podría ser. Es un persona con capacidades y dones adecuados pero carece de autodisciplina.
3.-Los que deben ser. Es alguien con talento nato (dones) pero con poca habilidad para aprovecharlo, pero con el entrenamiento y desarrollo comienza a convertirse en quien debería ser.
4.- Los que tienen que ser. Lo único que le falta a “los que tiene que ser” es la oportunidad, y si uno no se la provee ellos mismos encontraran quien lo haga.
A partir de allí consideraríamos un plan para cada tipo pero tendremos en claro en quién vamos invertir todos nuestros recursos para ser intencionales y efectivos.
¿Que necesitamos para ayudar al desarrollo de los futuros líderes?
Capacitar es sinónimo de entrenar pero en este aspecto tomaremos el término >>capacitar<< porque describe con mayor exactitud el proceso por donde deben pasar los líderes prospectos. Cuando un entrenador de futbol comienza el entrenamiento a nuevos jugadores lo hará en una forma inductiva. De lo más sencillo a lo más complejo. Primero, le enseñara el uso de las herramientas; es como entrenar a un inexperto en un taller de carpintería, comenzar con tareas no muy complicadas y luego se le darán responsabilidades cada vez mayores. De acuerdo con John Maxwell la capacitación hay que hacerla a la medida de cada líder potencial.
Quizás este sea el plan más sencillo para comenzar nuestro papel de entrenadores o capacitadores.
1.- Desarrolle una relación con aquellos a quienes capacite. Siguiendo el modelo de Jesús como capacitador, lo primero que notamos en esta escuela es la relación del maestro con sus alumnos, toda buena relación entre el mentor y sus alumnos comienza con una relación personal. En la medida que ellos aprendan a conocerle y a quererle, sus deseos de seguirle como guía se incrementarán, de lo contrario el proceso de capacitación ser lento o se detendrá.
2.- Comparte tu sueño con tus discípulos.
Esto ayudará a conocerle y a saber hacia dónde va. Woodroo, dijo una vez <<crecemos mediante sueños>> todo buen líder tiene sueños, todo gran líder comparte su sueños con otros que pueden ayudarle hacerlo realidad.
3.- Establezca metas para el crecimiento.
Para que la gente logre algo de valor necesita ver objetivos claramente establecidos. El éxito nunca llega de manera instantánea, sino al cabo de varios pasos previos como dice Shad Helmsetter: >>la meta da forma al plan<< Claro está que las metas deben ser apropiadas, alcanzables, mensurables, y deben estar bien claras, además deben estar por escrito.
4.- Comunica los fundamentos
Cuando los fundamentos no están claramente establecidos o no son claramente bien comunicados por lo general responsabilizamos a los empleados de todos los errores que sucedan, según Peter Drucker, debemos enseñarles de que ellos son responsables y que no lo son.
5.- Comuníqueles que el trabajo que realizan es valioso.
En la organización que dirijo, tuvimos a un doctor en misiones que vino para ayudarnos en el trabajo en el basurero de Tegucigalpa por algunos años, y algo muy valioso que aprendí de él es a dar valor al trabajo que realizan los empleados con una frase muy sencilla >Good Job< esta frase hace que las personas valoren su trabajo y busquen la excelencia en las demás labores que se les pida hacer. Acostumbrarse a decirles Buen trabajo nos ahorra tiempo en el proceso.
Según John Maxwell el mejor tipo de adiestramiento es el que aprovecha la manera en que la gente aprende, y consiste de cinco pasos:
A.- Yo modelo. El proceso se inicia conmigo efectuando las tareas mientras las personas que reciben el entrenamiento observan.
B.- Yo instruyo. Esta vez continuó haciendo la tarea, pero esta vez la persona a quien estoy entrenando me ayuda en el proceso.
C.- Yo superviso. Ahora cambiamos de lugar. El aprendiz realiza la tarea y yo le ayudo y lo corrijo.
D.- Yo motivo. A partir de aquí me retiro de la tarea y dejo que el aprendiz la continúe.
E.- Yo multiplico. Una vez que los nuevos líderes hacen bien su trabajo, es su turno de enseñar a otros hacerlo.
Y me gusta al leer lo que John Maxwell señala como un último paso en el desarrollo de nuevos prospecto y él lo señala como:
III.- Otórgales las tres calves. Él dice que el entrenamiento no tendrá lo que buscamos si no damos a los entrenados espacios para que se desarrollen por sí mismo.
Clave número uno. Responsabilidad. Esta parte del proceso debe ir acompañada de autoridad, no habrá progreso a menos que los dos vayan acompañados de la mano.
Clave número dos. Autoridad. En realidad les estamos dando permiso para tener autoridad, no dándoles la autoridad misma, según el escritor de estas claves la verdadera autoridad hay que ganársela. Nosotros debemos darle permiso para que desarrollen autoridad pero ellos a su vez deben asumir responsabilidad por habérsela ganado.
Clave número tres. Rendimiento de cuentas. Según Maxwell, si le damos a nuestro personal el clima apropiado, no temerán rendir cuentas. Admitirá los errores y los verá como parte del proceso de aprendizaje.
Además nuestro trabajo será dedicar el tiempo necesario para revisar el trabajo del nuevo líder y hacerle una crítica honesta y constructiva, es crucial mostrarle respaldo, pero seamos honestos con ellos.
IV.- Demos las herramientas que necesiten
Otorgar responsabilidades sin recursos es ridículo; limita increíblemente, Abraham Maslow dijo: >>si la única herramienta que tienes es un martillo, tenderas a ver a cada problema como un clavo<< si nuestra intención es que nuestro personal sea creativo e innovador, tenemos que proveerles recursos
V.- Evaluemos sistemáticamente
Cada año en la institución para la que trabajamos, y para la iglesia tengo como regla reunirme dos veces al año con cada uno de los empleados para hacer mini evaluaciones. Esta tarea me ayuda a darme cuenta cuales son las deficiencias de la organización además, en que áreas el personal necesita mayor adiestramiento. Al enfocarme de persona a persona nos ayuda a buscar el común denominador para saber cuál sería nuestro enfoque en cada año.
VI.- Lo último que creo que es muy importante en el desarrollo de nuevos líderes será llevar a cabo reuniones periódicas de capacitación.
Aun después de haber acabado la primera fase de entrenamiento programado, el desarrollo continúa con capacitaciones periódica. Esto ayudara a mantener el rumbo y a seguir creciendo además ayuda a que los prospectos busque su propia forma de capacitación por ellos mismos.
Conclusión
Esto podría ser una forma de identificar y desarrollar nuestro nuevo liderazgo que será responsable de continuar la tarea de llevar el evangelio de una manera integral a las naciones y lograr así una manera efectiva de alcanzar vidas para el reino y líderes a las naciones.
Bibliografía
Biblia nueva versión internacional
El ABC De la capacitación John maxwell
El poder de los hábitos Charles Duhigg
La cosmovisión del reino de Dios Scott D Allen
Frases célebres San francisco de Asís